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Banco de setas / seta / Ramaria magnipes Marr & D.E. Stuntz,

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Ramaria magnipes Marr & D.E. Stuntz,

Basidiocarpos coraloides, de gran tamaño, que alcanzan hasta 180 mm de altura y 150 mm de anchura, con una ramificación muy abundante. Tronco basal bien desarrollado, de hasta 100 mm de alto y 70 mm de ancho (en la parte superior), normalmente subcilíndrico pero a veces obcónico, único o formado por varios elementos fusionados entre sí. Presenta numerosos ramillas abortivas y una raíz profunda (¡característica notable!). Es blanco en la parte enterrada, y hacia arriba se va difuminando con el color de las ramas. Las ramas principales miden de 10 a 20 mm de grosor en el punto de unión con el tronco y se afinan progresivamente hacia el extremo, donde se dividen varias veces de forma politómica. Su sección es más o menos redondeada, con superficie lisa o ligeramente rugosa en sentido longitudinal. La angulación de las ramas es mixta (formas en U y en V). Los ápices presentan de dos a cuatro puntas más o menos obtusas. El color de las ramas en los basidiocarpos jóvenes varía entre amarillo mantequilla, amarillo maíz o amarillo prímula mate. A medida que el hongo crece, estos tonos se aclaran casi hasta el blanco. En la madurez, el depósito de esporas apaga los colores originales hacia tonos ocráceos apagados u ocráceo-anaranjados. Los extremos, inicialmente del mismo color que las ramas, conservan durante un tiempo el amarillo juvenil, pero en la madurez se uniforman con el resto. La superficie no cambia de color al ser manipulada. El contexto es crema claro a blanquecino, inmutable, de aspecto marmorizado en tiempo húmedo; quebradizo en las ramillas apicales, pero firme y fibrosa en el tronco. Olor débil, complejo y algo desagradable, con notas herbáceas y terrosas o indefinibles; sabor también desagradable, ligeramente amargo y picante. Esporada amarillo ocre. Basidiósporas de 9,6–13,1 × 3,1–4,7 µm, cilíndricas, con ápice redondeado y apículo excéntrico, de apenas perceptible a prominente, provisto de depresión suprapilar. En seco carecen de guttulas; pared de la espora gruesa, hasta de 0,2–0,3 µm, con perfil externo liso y ornamentación compuesta por diminutas verrugas puntiformes dispuestas irregularmente, a veces algo alineadas, muy bajas y difíciles de observar (requieren enfoque alterno). A simple vista parecen lisas. Cianófilas, yodo-negativas, de color crema-amarillento pálido en agua. Basidios de 40–60 × 8–10 µm, cilíndrico-claviformes, normalmente tetrasporados, con esterigmas rectos o curvados de hasta 6 µm, con fíbula basal. Sistema hifal monomítico, formado por hifas generativas cilíndricas y septadas. En el subhimenio hay hifas cortas y largas, paralelas o entrelazadas, de 4–5 µm de ancho. En las ramas alcanzan 6–8 µm, casi subparalelas externamente y frecuentemente entrelazadas en el interior; rectas o fusiformes, a veces ensanchadas en los septos. Paredes gruesas (hasta 1,5–2,0 µm), hialinas, lisas o con granulaciones; pocos depósitos cristalinos; ocasionales hifas ampuliformes en los septos. En el tronco, las hifas alcanzan 20–30 µm de ancho, cilíndricas a fusiformes, paralelas o entrelazadas, con paredes de hasta 2–3 µm, hialinas, con algunos depósitos cristalinos. congófilas. Frecuentes hifas ampuliformes en los septos. Hifas trombopleurogénicas comunes, con contenido amarillo-grisáceo, frecuentemente saciformes. El micelio basal está formado por hifas generativas cilíndricas de hasta 6 µm de ancho, de pared delgada e hialina. Fíbulas son frecuentes.

Sustrato: Suelo, crece preferentemente en bosques montanos de coníferas o mixtos.

Fuente de diagnosis: FUNGHI CLAVAROIDE IN ITALIA Volumen 2