Se encontró un total de 8300 registros en la base de datos.

Banco de setas / seta / Ramaria formosa ft. neoformosa

Buscar

Ramaria formosa ft. neoformosa

Basidiocarpos coraloides, de 60–120 mm de altura y 50–100 mm de anchura, densamente ramificadas. Tronco basal poco desarrollado, de 20–40 mm de altura y hasta 30–40 mm de anchura en el ápice, formado con frecuencia por 2–3 (a veces hasta 4) individuos soldados entre sí, de forma cilíndrico-obcónica, con base a menudo subradicante o redondeada, de color blanquecino y con tonalidad superior que se funde con el color de las ramas. Ramas principales numerosas, de 6–10 mm de grosor en el punto de unión al tronco, que se van afinando progresivamente hacia arriba, muy divergentes, con ramificación politómica, redondeadas, lisas pero finamente rugosas en sentido longitudinal (observable con lente). La angulación de las ramas es predominantemente aguda (formando v-sillas), aunque a veces aparece mixta (ramas con ángulos en u y v), y rara vez se observan basidiomas con ramificaciones mayoritariamente obtusas (u-sillas). Los ápices presentan terminaciones romas o con 2–4 puntas agudas. Coloración: semejante a la de Ramaria formosa f. formosa. En ejemplares jóvenes varía desde rosa encarnado pálido hasta amarillo rosado, rosa salmón claro o rosa-anaranjado melón. Al madurar se torna rosa ocráceo, con ápices persistentemente amarillo citrino. La superficie externa no cambia de color por manipulación. Contexto blanquecino o blanco leche, en ocasiones marmóreo durante época húmeda; consistencia frágil en las ramas superiores, compacta pero quebradiza en el tronco. Olor herbáceo débil o ausente; sabor herbáceo dulce con leve picor en las ramillas apicales. Esporada amarillo ocrácea. Basidiósporas de 9,0–11,7 × 4,4–5,5 µm; oblongas a cilíndricas, con ápice redondeado, apículo excéntrico prominente, a menudo con ligera depresión suprailar, generalmente sin guttulas, paredes de hasta 0,2–0,3 µm de espesor, superficie externa rugosa a ondulada, con verrugas de orientación recta u oblicua, elevadas en esporas maduras, solitarias o unidas, cianófilas, yodo-negativas, de color crema amarillento claro en agua. Basidios de 40–70 × 9,0–12,0 (12,5) µm, cilíndrico-claviformes, algunos esferopedunculados, con ocasionales constricciones preapicales, tetraspóricos, estigmas rectos o curvos de hasta 7 µm de longitud; contenido liso o con depósitos gutulosos refráctiles; sin fíbulas basales. Sistema hifal monomítico, formado por hifas generatrices cilíndricas y septadas. En el subhimenio, hifas cortas, entrelazadas, de 5–6 µm de espesor. En las ramas, hifas de hasta 8–10 µm, externas subparalelas e internas frecuentemente entrelazadas, rectas o fusiformes, a veces dilatadas en los septos; pared de hasta 1,0–1,3 µm, mayormente lisa. En el tronco, hifas de hasta 10–12 µm, con paredes delgadas en la parte externa y gruesas (hasta 1,3 µm) en la interna, cilíndricas a fusiformes o infladas, entrelazadas, no gelificadas, generalmente lisas; presencia de hifas ampolliformes en los septos (hasta 24 µm de ancho), hialinas; sin hifas trombopleurógenas ni acantodendroides, ni células globosas observadas. Micelio basal formado por hifas cilíndricas, largas y entrelazadas, de hasta 4–5 µm de ancho, hialinas o débilmente amarillentas, de pared fina, a veces gelificada; hifas ampolliformes escasas, pigmentos epimembranosos granulados ocasionales, acumulaciones dispersas de material gelificado de densidad variable. Ausentes hifas trombopleurógenas y acantodendroides; raras células globosas amarillo-parduscas de hasta 15 µm. Fíbulas ausentes en todos los tejidos fúngicos.

Sustrato: Suelo, bosques de planifolios (caducifolios) y en bosques mixtos.

Fuente de diagnosis: FUNGHI CLAVAROIDE IN ITALIA Volumen 2